La péndola

Juego clásico de niñas y niños, quizás el más extendido de los aquí representados. Se agachaban todos en fila a una distancia prudencial y el último de ellos empezaba a saltarlos uno detrás de otro pasando por encima con las piernas abiertas. Una vez llegaba al final, se agachaba como los demás, y el jugador que quedaba en el otro extremo de la fila se levantaba y saltaba como lo había hecho su anterior compañero, y así sucesivamente.

A nivel artístico, es una obra muy rica en detalles, ya que describe una evolución del negativo al positivo jugando con el paisaje de fondo que forma una especie de celosía representando la vegetación y el paisaje.