La obra más sencilla de todo el recorrido, pero sin duda muy ilustrativa para el visitante. Desde las alborgas de esparto en los pies hasta el pañuelo en la cabeza, la figura permite hacerse una idea de la indumentaria de los habitantes de la zona a principios del siglo XX. Se muestra un hombre de mediana edad que va, azada al hombro, a cavar al huerto. Completan la vestimenta las polainas, las calcetas, los calzones cortos, la faja, el chaleco y la camisa.